Viña Ardanza celebra su primer 75 cumpleaños. Aunque este vino ya se elaboraba algunos años antes fue el 28 de septiembre de 1942 cuando, bajo la presidencia de D. Leandro Ardanza, se registró de manera oficial esta marca con el apellido de una de las cinco familias riojanas y vascas que en 1890 fundaron la bodega La Rioja Alta, S.A. en el Barrio de la Estación de Haro.
La plaga de la filoxera, que impulsó a finales del XIX el nacimiento de muchas de las bodegas de este célebre Barrio y la llegada a Haro de enólogos franceses, supuso que estas nuevas casas elaboraran sus vinos durante sus primeras décadas con un estilo muy francés debido a la importante influencia bordelesa. Así, era habitual que en las etiquetas de los vinos aparecieran referencias al estilo de su elaboración: ‘Estilo Medoc’, ‘Estilo Sauternes’ o, como en el caso de los primeros Viña Ardanza, ‘Estilo Borgoña’. Ese era el patrón enológico bajo el que se elaboraba esta referencia, de ahí precisamente el uso de la botella borgoñona que hoy persiste.
Así se gestó el Viña Ardanza, el vino que más fama ha dado a La Rioja Alta, S.A. Un vino que el transcurrir de los años ha transformado en emblemático, y que, por sus características intrínsecas, su originalidad y personalidad, siempre ha sido el gran referente de esta bodega. Hoy, 75 años después, Viña Ardanza es también una de los grandes símbolos internacionales del vino de Rioja.
Para conmemorar esta efeméride, durante todo 2017 La Rioja Alta, S.A. está desarrollando un amplio programa de actividades (catas verticales, presentaciones, cenas maridaje….) tanto en España como en sus principales mercados europeos, americanos y asiáticos. El pasado 16 de septiembre, por ejemplo, reunió en la bodega jarrera a más de 600 invitados -principalmente Socios de su Club de Cosecheros en el País Vasco y La Rioja- para celebrar este cumpleaños.
Además, la bodega presidida por Guillermo de Aranzabal ha lanzado también una exclusiva colección de lujo de 2.000 botellas de Viña Ardanza 2008 en tamaño Jeroboam -3 litros- con el logotipo conmemorativo personalizado con cristales de la prestigiosa firma Swarovski. Es la primera ocasión en la que la casa de Haro ha utilizado este singular formato para vestir este vino. Cada botella de esta edición de coleccionista está numerada y firmada por el enólogo, Julio Sáenz.
Para este homenaje se ha elegido la cosecha 2008 en la que, por primera vez en la elaboración de Viña Ardanza, se ha utilizado -junto a un 80% de Tempranillo seleccionado- la uva Garnacha procedente de la finca La Pedriza en Tudelilla (Rioja Baja). Este pago de 67 has, plantado en el año 2000, cuenta con unas condiciones inmejorables para el cultivo de esta variedad. Situado sobre un suelo muy pobre cubierto totalmente de cantos rodados, produce una uva de gran tipicidad varietal, muy rica en aromas y agradable y fina estructura, dotando a este vino de un carácter único.