Mélida Wines, pequeños pero grandes proyectos

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El corazón de la Ribera del Duero vio nacer el pasado 25 de octubre una nueva bodega en la pequeña localidad de Mélida (Valladolid), en la milla de oro de las grandes bodegas nacionales como Protos y Pago de Carraovejas y a tan solo 3 kilómetros de un destino enoturístico tan importante como Peñafiel.

Entre los menos de 40 habitantes de este pueblo vallisoletano se encuentran dos hermanas, Silvia y Miriam Herrera Redondo, enólogas de profesión y enamoradas de su pueblo y de su entorno. Ellas son el alma de Mélida wines, esta bodega que ha sido su sueño desde siempre. Pero el proyecto es mucho más que vino, porque se completa con dos preciosas casas rurales, un espacio gastronómico y una sala de catas y exposiciones.

Las hermanas Herrera Redondo, directoras de Mélida Wines

¿Cómo surge el proyecto de la bodega?

Siempre fue un sueño tener una bodega. Queríamos elaborar nuestro propio vino y crear un espacio dedicado al vino y al turismo enológico. Las dos estudiamos ingeniera técnica agrícola y enología, siempre pensando que nuestro sueño se hiciese realidad.

Mélida Wines nace de este sueño y de la necesidad de crear espacios diferentes, innovadores y alternativos a los existentes en la zona, de un análisis profundo de las demandas de los turistas, que necesitan productos diferenciados, personalizados y de calidad.

“El 25 de octubre de 2019, después de más de un año de obras, inauguramos las instalaciones de Mélida Wines, espacio compuesto por bodega, espacio gastronómico, sala de catas y exposiciones y dos casas rurales”

¿Está acogida a alguna D.O.?

Nuestra bodega está acogida a la denominación de origen Ribera del Duero.

¿Quién está detrás de Mélida Wines?

Detrás de Mélida Wines existe un equipo de personas apasionadas por el mundo del vino, por el desarrollo rural y por nuestro pueblo, Mélida. Es un proyecto familiar compuesto por cinco personas: Silvia, Miriam, Ana, Fernando y Javier. ¡Nuestro lema es la ilusión y la pasión por el vino!

Dos mujeres jóvenes, en un pueblo pequeño, gestionando una bodega…a priori suena todo un reto, ¿no?

Dos mujeres, hermanas, enólogas, apasionadas de su tierra, de la Ribera del Duero de su pueblo, Mélida, de tan solo 38 habitantes, de la viticultura, de la enología, del vino. Para nosotras es todo un reto, hacer nuestra propia bodega, nuestros propios vinos, nuestro espacio enogastronómico. Estamos convencidas y a la vez ilusionadas de que este reto que hemos comenzado hace tan solo tres meses será un proyecto de éxito en la Ribera.

«Queremos que nuestros vinos reflejen lo que es para nosotros la Ribera del Duero, queremos hacer buenos vinos, que cuando los bebas disfrutes de ellos, que reflejen nuestra tierra, nuestros páramos, nuestro clima, nuestra filosofía, nuestra pasión y la grandeza de lo que significa para nosotras  ”MENOS ES MAS”

¿Qué objetivos queréis conseguir con vuestra bodega?

Los objetivos que queremos conseguir con nuestra bodega lo podemos definir en tres ideas básicas:

  1. Creación de una estructura económica que nos permita el autoempleo y poder vivir de ello.
  2. Ayudar a dinamizar el medio rural económica y socialmente.
  3. Fijar población en pueblos pequeños, que no se mueran por falta de oportunidades, trabajo, proyectos…

¿Cómo estáis realizando la distribución de vuestro vino: venta interna, exportación…?

Acabamos de iniciar nuestra andadura con nuestro primer vino “Párpados”, con una producción limitada, por lo que nuestra distribución está prevista a través de venta directa en la bodega y en establecimientos como restaurantes, vinotecas y algunos distribuidores.

Estamos poniendo a punto la venta on line a través de la página web.

¿Tenéis la bodega orientada al enoturismo? ¿Consideráis importante fomentar el turismo en el mundo rural?

Nosotros ya conocemos el turismo rural desde hace más de 20 años, mi padre fue pionero en la zona. Lo que significa que siempre hemos creído que el turismo en el mundo rural sería parte del motor económico de la Ribera.

Hemos estado trabajando y viajando en otras regiones vitivinícolas del mundo (Nueva Zelanda, Burdeos, Napa, Mendoza…) y pensamos que no tenemos nada que envidiar a estas grandes regiones vitivinícolas. Somos unas enamoradas de la Ribera del Duero y conocemos el potencial que tiene.

El vino y todo lo que le rodea es el motor económico de nuestra zona y pensamos que tenemos mucho que aportar en el campo del enoturismo: trinomio: alojamiento-restaurante-bodega, con un trato personalizado.

¿Qué tipo de actividades organizáis en Mélida Wines?

Como hemos mencionado anteriormente, acabamos de iniciar la puesta en marcha de nuestro proyecto enoturístico y estamos desarrollando un plan dirigido a ofrecer actividades relacionadas con la cultura del vino, que van, desde las visitas personalizadas a nuestra bodega,  catas individuales, por parejas y por equipos,  catas verticales…Contamos con una sala de exposiciones, donde se exponen pinturas y esculturas y añadimos a esta propuesta nuestro espacio gastronómico, donde poder degustar nuestros platos, dentro del concepto  ”latilla”. Trabajamos con las conservas de todo tipo como base de nuestros platos.

Nos hace especial ilusión lo que llamamos club barrica, donde la gente puede sentirse enólogo y hacer su propio vino. Se trata de que las personas que quieran participar de verdad en la elaboración de un vino, puedan, y Mélida Wines será su bodega. Haremos un vino para el club de barrica y la gente podrá venir en todo momento a ver cómo va. Nosotros avisaremos de todos los momentos decisivos: vendimia, fermentación alcohólica, prensado, elección de barricas, fin de maloláctica, mezclas, embotellado, etc, y las personas del club podrán venir si quieren y participar en la toma de decisiones, siempre con nuestro asesoramiento técnico.

 Lo que queremos es que sientan que es un vino propio, suyo de verdad, que participen en la elaboración real de un vino, no solo en beberlo y en disfrutarlo si no en ver qué hay detrás de todo el proceso.

Para ello la cantidad representativa es una barrica, pero eso no significa que sean barricas individuales, sino que los socios del club serán participes de la elaboración de un vino completo. Luego podremos etiquetarlo como cada uno quiera. Nos gustaría hacer una pequeña comunidad de gente del club de barrica para poder compartir buenos momentos en torno al vino.

¿Qué nuevos proyectos tenéis pensados en los próximos meses?

En los próximos meses, tenemos pensado sacar al mercado otro vino, que se llama “Dos Alas Rojas”. Está elaborado en vinificación integral en barricas nuevas francesas de 500 litros.

Pensamos que será un gran vino!!!

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