Martínez Corta estrena nueva imagen

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La bodega familiar, que recientemente ha pasado a formar parte del Grupo     Bornos Bodegas & Viñedos, ha renovado su identidad corporativa y el packaging de su gama de vinos.

Renovar su imagen corporativa, así como el packaging de su gama de vinos, ha sido el último reto de Martínez Corta. Una bodega familiar ubicada en Uruñuela, en el corazón de la Rioja Alta, fundada en el año 2005 y fruto del esfuerzo y el trabajo de cuatro generaciones dedicadas a la viticultura.

Martínez Corta, perteneciente a la D.O.C. Rioja, ha pretendido con este rediseño dotar a la bodega de una imagen que transmita la alta calidad y valor de sus vinos, pero respetando al mismo tiempo los valores tradicionales de Rioja. “Con este rediseño, de corte clásico y tradicional, hemos querido respetar la historia y sabiduría acumulada por la familia durante generaciones, siendo fieles a la esencia de la Bodega, a su historia”, afirma Fernando Zaratiegui, Director General del Grupo Bornos Bodegas & Viñedos.

El rediseño del packaging de Martínez Corta Crianza y Finca Iriarte Tempranillo ha sido integral, con la finalidad de dotar a estos vinos de una estética renovada y diferenciadora. Se trata de un diseño elegante y clásico que refleja la excelencia y personalidad de esta cuidada gama de vinos e irradia la fuerza y el carácter que pretende transmitir una marca como Martínez Corta.

La renovación también se ha realizado en su identidad corporativa, con un nuevo logotipo que refleja, tanto la particular sala de elaboración con forma octogonal de la Bodega, como las 4 generaciones de viticultores que forman parte de su esencia, así como la extrema importancia dada al viñedo.

La Bodega

Ubicada en Uruñuela, en el corazón de la Rioja Alta, Martínez Corta es fruto del esfuerzo y el trabajo de cuatro generaciones dedicadas a la viticultura. Un proyecto familiar que representa todo un trayecto iniciado con la plantación de las primeras viñas en las laderas situadas en la ribera del río Najerilla, junto a los pueblos de San Asensio y Torremontalbo.

Desde entonces y hasta el día de hoy, el apellido Martínez Corta ha ido ligado a una historia de sabiduría y pasión por el vino, junto a un esmerado cuidado del viñedo que no solo ha sabido transmitirse de padres a hijos, sino que, además, ha ido enriqueciéndose con la visión renovada de los más jóvenes.

El resultado es una muy cuidada gama de vinos y una innovadora Bodega con una característica planta octogonal rodeada por un paisaje adornado por el viñedo. Una fusión perfecta entre modernidad y tradición que representa el espíritu de la marca.

Los viñedos

Martínez Corta cuenta con un total de ochenta hectáreas de viñedo familiar, ubicado en una zona excepcional, entre los ríos Ebro y Najerilla, donde la humedad ambiente y los factores topográficos crean unas situaciones climáticas muy particulares, mezcla de inviernos suaves y veranos cálidos y secos, con fuertes oscilaciones térmicas entre el día y la noche en la época de maduración. 

Allí el suelo es calcáreo y arcilloso, pobre y muy sano, lo que resulta ideal para el cultivo de la vid, asegurando cosechas de baja productividad y alta calidad. Además, la orientación sur de los viñedos garantiza el máximo aprovechamiento de la luminosidad.

Todo ello, unido a la equilibrada pluviometría, da como resultado unas condiciones climáticas que favorecen el buen desarrollo de la vid, desde la raíz hasta el racimo de uva y desde la uva hasta los vinos.

Los vinos

Martínez Corta Crianza es un vino elaborado a partir de uva Tempranillo, con crianza de un año en barrica de roble americano y francés. De color rojo picota con ribete granate, en nariz destaca su aroma a frutas rojas y negras en confitura, con fondo tostado y notas balsámicas. Con taninos suaves y bien integrados en boca, es sabroso y persistente, con notas de torrefactos y especiados.

Finca Iriarte es, por su parte, un vino elaborado a partir de uva Tempranillo, con crianza de cuatro meses en barrica de roble americano. De color rojo guinda intenso con ribete violáceo, en nariz destacan sus aromas a mora, ciruela y regaliz, junto con tonos lácteos y ligeros toques de finas hierbas. Fresco y afrutado en boca, es equilibrado, amplio y persistente.

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