Bodegas Alilian: vinos de Ribera con gestión oriental

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Cuando hablamos con Javier García, más conocido por todos como Cote, lo primero que salta a la vista es su pasión por el vino. “Llevo más de 20 años produciendo vinos pero me he dado cuenta de que aún tengo mucho camino por recorrer. Cuando tengo la suerte de hablar con personas que llevan más de 50 años cultivando sus viñas y produciendo su vino, lo único que puedo hacer es escuchar y seguir aprendido”. Y esta humildad, aderezada con su respeto por la tierra y por lo que ésta produce, ha hecho que sus vinos sean un producto muy especial, con alma y personalidad propia.

Si a esto le añadimos las peculiaridades de gestión que tiene la bodega a la que Cote pertenece, entonces ya tenemos Alilian, un proyecto 100% Ribera del Duero pero con la dirección de una familia china.

“Fue en 2013, más o menos en la vendimia, cuando esta familia china, actual propietaria de la bodega, se pone en contacto conmigo después de llevar casi tres años viendo bodegas por las zonas de Rioja, Ribera… pero sin éxito. Esta familia tenía claro que, después de llevar años exportando vinos de alta gama, querían elaborar su propio vino. El padre, Shu Ping Xu es un gran amante del vino español y de los productos españoles y quería lanzarse a producir vino propio”.

Después de este primer contacto, en 24 horas prepararon un proyecto, y comenzaron a buscar una bodega donde poder producir ese primer año. “El día 8 de octubre ya estaba todo en marcha y conseguimos empezar a fabricar vino en Moradillo de Roa (Burgos). Después de esa primera cosecha, que supuso mucho trabajo y muchas anécdotas divertidas, vimos que el proyecto funcionaba y empezamos a buscar una bodega en propiedad”.

A 3 km de Aranda de Duero, en la carretera de Aguilera, fue donde este empresario chino encontró lo que andaba buscando: una bodega que tuviera una buena situación estratégica y con un viñedo que estuviese bien cuidado y en buenas condiciones.

Y así es como Bodegas Alilian se instala en la Denominación de Origen de Ribera de Duero, con la intención de producir vinos de alta gama. “Lo primero que tuvimos que hacer fue equipar la bodega, porque el edificio perteneció a un proyecto que apenas había nacido con lo que no tenía casi ninguna infraestructura. Eso, aunque a priori puede parecer un problema, resultó más bien una ventaja ya que compramos desde el primer momento el material que necesitábamos en función del producto que queríamos hacer. No hubo que destruir mucho sino más bien construir”.

El nombre de la bodega responde a la unión de dos palabras chinas: Ali, que es sinónimo de primera vez en Occidente, y Lian, que es como amanecer, primera luz de la mañana; además Liang es el nombre del director de la bodega,  hijo de Shu Ping. Los nombres de los vinos, también tienen su significado. El Alilian Prémora es su primer vino, de 2014. El Buenagente, ya con más estructura y más madera;  y Camino del Abuelo, que marca ese aprendizaje necesario para todo proyecto y especialmente, la importancia que tiene para los orientales el respeto a sus mayores.

Es precisamente Xu Liang, uno de los hijos de este empresario chino y cuyo nombre comparte con la bodega, quien trabaja codo a codo con Cote para elaborar los vinos. El propietario de la bodega tiene, además, varios restaurantes (Grupo La Dehesa); el último de ellos se inauguró en Las Tablas (Madrid) y es alta cocina asturiana. En China están abriendo restaurantes de cocina española, apostando por nuestros productos y nuestros vinos. Toda la familia en general es una gran embajadora de los productos españoles.

“Nuestro principal volumen de ventas está en China, y actualmente estamos empezando a trabajar con Puerto Rico. También estamos posicionando nuestros vinos en España, en restaurantes y en otros canales de consumo”-afirma Cote. “Me gusta ir personalmente a visitar clientes y distribuidores porque creo que es la única manera de transmitir todo el trabajo y la dedicación que se ha puesto en los vinos. Bodegas Alilian no es una factoría de vinos, aquí lo más importante es el propio vino”.

Este enólogo, que confía en la biodinámica para la elaboración de sus vinos, la define como “el uso del sentido común en el proceso de producción del vino y, sobre todo, respetar los tiempos de la planta, las épocas de poda…mi abuelo, que fabricaba vino para su consumo personal, ya sabía todas estas cosas aunque no lo llamara biodinámica”.

Cote, uno de los principales impulsores y defensores del proyecto Alilian, se considera “un creador de sensaciones más que un enólogo” y no deja de crear o al menos de buscar esas sensaciones que considera prioritarias en sus vinos. Ahora, ya tiene entre manos un nuevo proyecto: elaborar un Godello en el Bierzo. ¡Mucha suerte!

 

 

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