Bodegas Torres ha acogido a las grandes familias del vino europeas, en el encuentro anual de las Primum Familiae Vini (PFV), asociación que aglutina once bodegas centenarias de prestigio internacional. Setenta personas de distintas generaciones y procedentes de Francia, Italia, Alemania, Portugal y España, se dieron cita en Vilafranca del Penedès durante tres días la pasada semana, con el objetivo de reforzar lazos, intercambiar experiencias y conocimientos, y transmitir las tradiciones y valores de la empresa familiar a las nuevas generaciones.
Es la tercera vez que Torres ejerce de anfitriona de las familias del vino, coincidiendo con los años en los que ha asumido la presidencia rotatoria de esta asociación única en el mundo del vino. Mireia Torres, quinta generación y directora de I+D+i, así como de las bodegas Jean Leon y Torres Priorat, ha sido la presidenta durante el último año, mientras que su padre, Miguel A. Torres, lo fue en 1993-1994, recién constituida la asociación, y su hermano Miguel Torres Maczassek, actual director general, en 2005-2006. La presidencia la asume a partir de ahora, y hasta julio del 2017, Egon Müller, propietario de Egon Müller-Scharzhof de la región de Mosela, en Alemania.
Para Mireia Torres: “PFV representa una oportunidad para compartir experiencias, know-how y los valores de las diferentes generaciones; una oportunidad para unir fuerzas e ir más allá de lo que podríamos hacer solos. Al fin y al cabo, todos nos enfrentamos a dificultades parecidas en un mundo tan cambiante: compartiendo conocimientos, podemos progresar más rápido y marcar el camino para futuras generaciones”.
Durante su estancia, los asistentes han recorrido el Penedès y visitado las bodegas de Torres y de Jean Leon y algunos viñedos emblemáticos, han conocido los proyectos en lo que está trabajando la firma y han catado algunas variedades ancestrales que Torres ha recuperado y vinificado de manera experimental, así como nuevos vinos que saldrán próximamente al mercado. El encuentro también ha servido para intercambiar información sobre aspectos comerciales, de elaboración y de investigación, y acordar las acciones que llevarán a cabo conjuntamente en los próximos doce meses.
Una asociación que promueve los valores familiares
PFV se fundó hace prácticamente 25 años por iniciativa de Miguel A. Torres y Robert Drouhin, referente de la Borgoña francesa. En un encuentro informal en 1991, constataron que compartían las mismas inquietudes y preocupaciones y decidieron crear, un año más tarde, esta asociación con el objetivo de preservar una forma de hacer vino y un modelo de negocio: el familiar. Así, en el seno de este selecto grupo de bodegueros se defienden y promueven las tradiciones y valores de las bodegas familiares, y se asegura la transmisión del conocimiento, la experiencia y sobre todo la pasión por el mundo del vino a las generaciones jóvenes.
Las 11 familias integrantes de PFV, a la que solo se puede acceder por invitación y unanimidad, son centenarias, tienen viñedos en propiedad y elaboran vinos de gran calidad. Y han sabido mantenerse unidas a lo largo de generaciones. La más antigua es Marchesi Antinori, de la Toscana italiana, fundada en 1385 y que suma ya 26 generaciones. Famille Perrin, del Valle del Ródano, en Francia, fue fundada en 1909 y es el miembro más joven de la asociación.
De Francia también proceden otras cuatro bodegas: Champagne Pol Roger (1849), Joseph Drouhin (1880), Famille Hugel de la Alsacia (1639) y Baron Philippe de Rothschild, de la región de Burdeos (1853). Dos son de España, Bodegas Torres (1870) y Vega Sicilia de Ribera del Duero (1864); las mismas que de Italia, Tenuta San Guido de la Toscana (1840), además de Marchesi Antinori. Egon Müller-Scharzhof, de Mosela, Alemania (1797), y Symington Family Estates, de Oporto, Portugal (1882), completa la lista de bodegas históricas que conforman las Primum Familiae Vini.