El CRDO Rueda ha convocado la tercera edición de su concurso de tarjetas navideñas entre los alumnos de primaria de los colegios ubicados en la denominación de origen. Uno de los objetivos de esta iniciativa es que los niños que viven la zona se sientan partícipes del presente y del futuro de la misma.
Cada colegio debe seleccionar los tres mejores dibujos entre los propuestos por sus alumnos de primaria y enviarlos a la sede del C.R.D.O Rueda antes del próximo viernes 1 de diciembre. Entre todas las propuestas recibidas se elegirá un ganador y su dibujo se convertirá en la felicitación navideña de la D.O. Rueda.
Gracias a este concurso, el Consejo Regulador puede conocer mejor la percepción que los más pequeños tienen sobre la denominación de origen. “Con esta tercera edición consolidamos esta actividad que tanta ilusión genera dentro del CRDO Rueda. Es fascinante recibir los dibujos y comprobar qué saben los niños sobre nosotros. Además, gracias a ellos, recuperamos la tradición de felicitar estas fechas de una forma más personal y cercana”, asegura Santiago Mora, director general de la D.O. Rueda.
Éxito de anteriores ediciones
El año pasado la ganadora fue Ainara Morales, alumna de 2º de primaria del CRA Tierras de Medina y vecina de Bobadilla del Campo, en Valladolid. La pequeña se alzó con el premio gracias a un dibujo que mostraba a dos niños jugando con unos racimos de uvas acompañados por un muñeco de nieve. La ganadora y sus compañeros de clase recibieron la visita del director general de la D.O. Rueda, Santiago Mora, quien entregó a la pequeña artista un completo maletín de pinturas para que continúe con su pasión por el dibujo.
Los ayuntamientos de la zona han vuelto a demostrar su interés por esta iniciativa y se han volcado con la misma, ayudando al Consejo Regulador en la difusión de este concurso. “Durante el mes de diciembre exponemos en nuestras oficinas los dibujos finalistas, y todos nuestros socios pueden disfrutar de la originalidad con la que los pequeños artistas consiguen arrancarnos más de una sonrisa”, concluye Santiago Mora.