Familia Torres ha adquirido recientemente una extensa propiedad en la Patagonia chilena con vistas a mitigar los efectos del cambio climático. El fundo, situado en la provincia de Aysén y conocido con el nombre de ‘Los Cóndores’, ocupa una superficie de más de 5.000 hectáreas y se destinará a la plantación de bosques con un doble objetivo: compensar, con esfuerzos propios, la huella de carbono de la bodega, y recuperar el paisaje forestal que históricamente caracterizaba estas tierras.
‘Los Cóndores’ es una finca de uso ganadero, con la vegetación típica de pradera esteparia y lagunas con abundantes aves. La llegada de los colonos a finales del siglo XIX habría provocado la substitución de los bosques de esta zona por praderas. La intención de Familia Torres es reforestar estas tierras, preservando la flora y fauna locales. A finales del 2016, ya adquirió con la misma intención una finca de 740 hectáreas en la provincia de Coyhaique de la Patagonia chilena, en una zona llamada Altos de Ñirehuao.
Los bosques contribuyen a la lucha contra el cambio climático por su capacidad de capturar CO2 de la atmósfera y almacenar el carbono en forma de biomasa (tronco, ramas, cortezas y raíces). Cerca de la mitad de la materia seca de la planta es carbono. El árbol captura más CO2 en su etapa de crecimiento, hasta llegar a la plena madurez. La gestión forestal sostenible garantiza la persistencia, mejora, crecimiento y renovación de la masa forestal, y permite una retención permanente en el tiempo del carbono.
Para Miguel A. Torres, presidente de Familia Torres: “Tanto en Chile como en España, contamos con una gran superficie forestal que nos permite preservar el paisaje y cuidar el medio ambiente. Plantar bosques en determinadas zonas nos ayudará también a reducir aún más nuestras emisiones de CO2 e ir más allá en nuestro compromiso medioambiental”.
La custodia forestal y reforestación de espacios naturales forma parte del compromiso de Familia Torres de cuidar la tierra y preservar el medio ambiente. Este compromiso queda reflejado en el programa Torres & Earth, que tiene como principal objetivo disminuir la huella de carbono de la bodega del Penedès para mitigar los efectos del cambio climático. La reducción de emisiones de CO2 por botella de Familia Torres en todo su alcance, desde el viñedo al transporte final, se situó en 2017 en un 25,4% con respecto al 2008, con el objetivo de llegar al 30% de reducción en 2020.